Los extintores para metales están diseñados para combatir fuegos de clase D que incluyen magnesio, sodio y potasio, materiales utilizados en procesos industriales como la ingeniería, la fabricación y los laboratorios científicos. Este tipo de extintores también se pueden utilizar en incendios con uranio, residuos (virutas) o aluminio en polvo. Las virutas pueden ser producidas por la molienda o la perforación de aluminio, por lo que estos incendios son verdaderamente un peligro común.
Extintores de polvo de cobre
El polvo de cobre está destinado para incendios de Clase D que involucran litio. El cobre en polvo recubre el incendio estancando las corrientes. Además, el polvo de cobre se adhiere a cualquier superficie vertical, por lo que aún si el fuego está en una pared puedes apagarlo de forma segura. Lo más importante que logra el polvo de cobre es que se asegura de que el fuego no se siga propagando.
Extintores de polvo de grafito
El polvo de grafito también se pueden utilizar en los incendios de litio, aunque a diferencia del polvo de cobre, el polvo de grafito no se pega a superficies verticales, sin embargo, polvo de grafito se puede utilizar en metales que se queman a muy altas temperaturas, tales como circonio y titanio.
Extintores de bicarbonato
Los extintores de bicarbonato de sodio y carbonato se utilizan en incendios que implican sodio, potasio, o sus aleaciones.
A pesar de que estos extintores especializados cuentan con una larga manguera para que se pueda combatir el fuego desde una distancia segura, es importante que si tu trabajo implica un riesgo de incendio de Clase D recibas una capacitación especializada en el uso del extintor correcto.