Los D.H.A. se instalan como parte integrante de un sistema de alarma y detección de incendios. Debido a su diseño modular y sus particularidades para la detección precoz, estos sistemas por aspiración pueden ser diseñados de forma individual y adaptados a las condiciones ambientales y a las potenciales situaciones de riesgo.
Gracias a ello, aportan soluciones a un amplio rango de problemas de detección de incendios que hasta ahora no estaban cubiertos, como la detección en cámaras frigoríficas, en espacios de gran altura, en zonas de espacio restringido o difícil acceso, en edificios monumentales, en espacios hiperventilados (como centros de procesos de datos), en instalaciones con ambientes polvorientos y sucios, o en zonas con alta humedad, entre otras.
Además, los D.H.A. están considerados equipos de bajo mantenimiento en condiciones normales, lo cual repercute en los costes de amortización. La frecuencia y el método de mantenimiento se aplican según las condiciones de cada instalación y siempre con un mínimo establecido por el Real Decreto. En líneas generales el mantenimiento de un sistema D.H.A. consiste en la inspección de cada elemento del sistema y en la prueba del sistema completo conforme a los criterios establecidos por el fabricante para asegurar su correcto funcionamiento.