El fuego es uno de los descubrimientos más antiguos de la humanidad, pero al mismo tiempo representa una de las amenazas más grandes. El fuego puede destruir en minutos una casa o un negocio que ha tardado décadas en establecerse. Es por eso que los métodos para extinguir el fuego son tan importantes. Muchos edificios están equipados con extintores de fuego, pero, ¿por qué hay tantos tipos diferentes? ¿qué es lo que le hacen al fuego? Y ¿cómo es que funcionan exactamente?
Cómo funcionan los extintores de fuego
Por dentro, un extintor es muy parecido a una lata gigante de aerosol, a menudo cuenta con dos sustancias diferentes adentro. Una de ellas es una sustancia que puede ser sólida, líquida o gaseosa que combate el fuego. La otra, es llamada propelente, y es un químico presurizado que provoca que la sustancia que extinguirá el fuego salga a presión cuando se oprime la manija del extintor.
La próxima vez que veas extintores, detente por un momento y obsérvalo con cuidado. ¿Has notado que los extintores de fuego siempre son latas de acero sumamente resistentes? Esto se debe a que el propelente se almacena dentro a presiones muy altas. Se necesitan envases sumamente resistentes para evitar que los extintores exploten.
Existen diferentes tipos de extintores ver aquí que presentan pequeñas diferencias en su funcionamiento:
- Extintores de agua, que son los más comunes. Son básicamente tanques llenos de agua con aire comprimido (que actúa a manera de propelente). Los extintores de agua funcionan al ayudar a disminuir la temperatura del fuego.
- Extintores a base de químicos secos. Son tanques con espuma o polvo seco que se combinan con nitrógeno comprimido a manera de propelente. Actúan sofocando el fuego: cuando se aplica una capa de espuma o polvo sobre el fuego, se corta el suministro de oxígeno que necesita para seguir ardiendo y el fuego se apaga.
- Extintores de dióxido de carbono (CO2). Este tipo contiene una mezcla de dióxido de carbono (gas no flamable) tanto líquido como gaseoso. El CO2 se presenta como gas a temperatura ambiente y bajo una presión suave. Debe de ser almacenado bajo una gran presión para que pase de su estado gaseoso a líquido. Cuando se libera la presión, el gas se expande y se enfría para convertirse en un gran chorro blanco que extingue el fuego al sofocar el oxígeno pero que también provoca una rápida disminución de la temperatura ya que es muy frío.
Es importante usar siempre los extinguidores correctos para el fuego. Utilizar una sustancia equivocada puede poner tu vida en peligro y empeorar el fuego. Por ejemplo, nunca debes utilizar extintores a base de agua en fuegos provocados por la electricidad, ya que correrías el riesgo de electrocutarte y de electrocutar a las personas que se encuentren cerca. Si tienes la más mínima duda de qué extintor utilizar, es mejor que lo dejes y te pongas a salvo hasta que lleguen los servicios de emergencia.
Fuente: explainthatstuff.com/fireextinguisher