Es importante estar prevenido ante cualquier emergencia y más cuando se trata con fuego de por medio. A veces tenemos pequeñas emergencias en el hogar, y si no contáramos con el equipo contra incendio adecuado, podríamos vernos en medio de una gran emergencia. Por este motivo, es importante saber qué hacer en este tipo de imprevistos, aprendiendo a fabricar un extintor casero que sirve únicamente para una sola ocasión y es para controlar micro incendios.
Necesitarás:
- El corcho de una botella de vino.
- Bicarbonato.
- Vinagre.
- Un popote de plástico.
- Servilletas de papel.
- Una botella de plástico pequeña.
- Hilo de coser.
- Una barrena o un berbiquí.
Instrucciones:
- Abre la servilleta de forma que quede una superficie cuadrada, pon unas cucharadas de bicarbonato y ciérrala por los extremos formando una bolsa. Enrolla los extremos con el hilo hasta tenerla bien cerrada, deja un pequeño trozo de hilo suelto.
- Rellena la botella con un poco de vinagre (unas 5 cucharadas soperas).
- Agujera el corcho con la barrena, asegúrate de que el hoyo sea lo suficientemente grande como para que quepa el popote (también se puede utilizar el tapón de plástico de la botella, pero al meter el popote se debe rellenar con plastilina para que no salga aire).
- Mete la bolsita de bicarbonato en la botella de forma que quede colgando del hilo y no toque el vinagre.
- Cierra la botella con el corcho, asegurándote de que el hilo quede atrapado e introduce el popote.
¿Cómo funciona?
Cuando agitas la botella, el vinagre y el bicarbonato reaccionan produciendo un gas llamado dióxido de carbono, que es más pesado que el aire. Este gas permanece dentro de la botella y desplaza el aire de la botella.
Si liberas este gas sobre una llama, esta se apagará, ya que el dióxido de carbono absorbe el oxígeno necesario para la combustión.